Durante las primeras fases de la enfermedad se presenta una nudosidad o endurecimiento en una zona del pecho acompañada de una sensación de tensión o pesadez.
La mayoría de las mujeres no presentan dolor, o algún otro síntoma de alteración del estado de salud y se encuentra bien en el momento del diagnóstico. Raramente, hay retracción y salida del líquido del pezón, pero es importante considerar este factor.
En fases más avanzadas de la enfermedad, los síntomas son muy variados y dependen del tamaño y extensión del tumor, el cual en esta etapa será claramente palpable en la zona afectada e incluso los ganglios de las axilas pueden estar aumentando de tamaño.
Las señales de alerta son:
- Una masa, bolita dura o engrosamiento en cualquier parte del seno o en el área de la axila.
- Cambio en el tamaño o la forma del seno, hoyuelos o arrugas en la piel del seno.
- Hinchazón, enrojecimiento o calentamiento del seno que no desaparece
- Dolor en una parte del seno que no cambia con su ciclo menstrual.
- Retracción en el pezón o cualquier otra parte del seno.
- Secreción del pezón que comienza repentinamente y aparece solo en uno de los senos.
- Picazón, llaga o área escamosa en uno de los pezones.