SALUD E HIGIENE
Toda persona sexualmente activa debe ser responsable del mantenimiento de su salud.
Ello requiere una higiene personal diaria; es de gran importancia mantener limpia la zona genital. También es esencial el auto examen regular para advertir cualquier cambio o
síntoma que pueda producirse en el cuerpo.
En las mujeres, ello incluye un examen regular de los pechos.
Los hombres deben prestar especial atención a los testículos.
En ambos sexos, la presencia de olores fuertes o inusuales puede indicar una infección.
Higiene personal femenina
Debes limpiarte desde adelante hacia atrás después de cada deposición para impedir que los gérmenes se diseminen desde el ano.
Una evacuación de color inusual puede ser producto de una infección, por lo que debería consultar a un médico.
No utilice irrigaciones ni desodorantes vaginales; pueden irritar la vagina y provocar infecciones.
Lava diariamente la zona genital, pero no te enjabones entre los labios vaginales, ya que pueden irritarse los tejidos sensibles de la vulva.
Toma baños o duchas regulares durante la menstruación.
Higiene personal masculina
Si el pene no está circuncidado, retira hacia atrás el prepucio para lavar cualquier secreción que pueda estar acumulada debajo.
Báñate o dúchate con regularidad.
Cualquier secreción del pene puede ser resultado de una infección; deberás comunicárselo al médico lo antes posible.
Auto examen para mujeres
Mediante el examen regular de los pechos pueden detectarse bultos, cambios en la forma o secreciones de los pezones.
La mujer debería examinarse los pechos una vez al mes. Lo mejor es hacerlo dos o tres días después de la menstruación, cuando es menos probable que los pechos
estén sensibles.
Tras la menopausia, la mujer debe explorarse los senos el mismo día todos los meses.
Un bulto podría ser un tumor maligno, aunque es más probable que no sea nada serio: tal vez se deba al síndrome premenstrual, o un quiste (un saco lleno de fluido), un fibroadenoma (un bulto firme e indoloro) o un absceso (una acumulación de pus).
La secreción cervical o de los pezones es un procedimiento rutinario de examen que permite la detección temprana de células anormales en el cérvix.
El Tes. debe efectuarse por todas las mujeres sexualmente activas cada tres años.
La prueba de la mucosidad cervical es muy importante para quienes tengan herpes genital, ya que está asociado con un mayor riesgo de cáncer.
También es importante que cualquier mujer que haya tenido relaciones sexuales con un hombre con verrugas genitales se haga una revisión cada año durante toda su vida, ya que tiene más posibilidades de desarrollar una condición precancerosa en el cérvix.
Auto examen para hombres
Los hombres deben examinarse los testículos regularmente.
El cáncer de testículos es el más común entre hombres jóvenes, aunque si se detecta a tiempo tiene un índice de recuperación del 90%. El mejor momento para examinar los testículos es después de una baño o una ducha, ya que la piel del escroto está más suelta.
Enrolla cada testículo entre el pulgar y los dedos, moviendo la piel con suavidad y palpando toda la superficie en busca de cambios de textura, tacto, tamaño y peso.
Es posible que el epidídimo (una masa muy rizada de tubos que almacenan el esperma al final del testículo) se note más duro al tocarlo, pero no debe confundirse con un tumor.
SALUD SEXUAL
Hasta el siglo diecinueve, privaron en el mundo criterios morales o religiosos para designar lo que era sano en el área de la sexualidad. Los diferentes grupos confeccionaban listas sobre las prácticas sanas y las perversas. Desgraciadamente, ese listado hablaba más del gusto de quienes lo confeccionaban que de un criterio científico objetivo. Se llegó a extremos tan inauditos como el de negar la posibilidad de obtener placer a través del sexo. Uno de los primeros en señalar, de manera científica, las grandes variantes normales de la sexualidad fue Alfred Kinsey, quien, en vez de teorizar y abstraer, se dio a la tarea de preguntar a las personas comunes y corrientes cuáles eran sus prácticas sexuales, sus conductas, sus visiones y sus pareceres. Curiosamente, aun cuando muchas personas seguían su vida sexual sobre la base de lo establecido, eran más las que mantenían prácticas sexuales que siempre se habían considerado raras, obscenas y exclusivas de personas con severos problemas sicológicos. Con base en esto, se inició un verdadero interés por definir realmente cuáles prácticas son normales y cuáles debemos calificar como anómalas o dañinas. Quizás el criterio más generalizado entre los sexólogos contemporáneos es considerar sana cualquier práctica sexual que se realiza con total consentimiento, sin producir daño y que resulte agradable y placentera. Es decir, hoy entendemos la sexualidad como un gusto, como una actividad lúdica en la que, aunque suene un poco atrevido, todo se vale, en el tanto no dañe, no se obligue y sea agradable.
Por eso, la recomendación para las parejas que quieran convertirse en verdaderas amantes es dejarse guiar por las señales que emanan del cuerpo, que le den a éste lo que pida y que se zambullan de lleno en la experiencia del placer sexual sin atender a las falsas reglas que han atormentado la vida sexual de la humanidad. Sabemos que las personas tienen gustos sexuales muy variados, que lo que para unos es indiferente o hasta repulsivo, puede ser extremadamente grato para otros. De ahí la importancia de conocer las diferentes alternativas que ofrece la sexualidad, experimentarlas y escoger las que resultan agradables para compartir en nuestra vida sexual y, desde luego, entender la negativa de la pareja a realizar aquellas que le resulten poco estimulantes.
Es importante en efecto tener una buena higiene genital, por respeto hacia la otra persona y también para que el acto no se vea frenado por el asco de uno de la pareja.
Es imposible normalizar una buena higiene íntima, pero podemos situarla entre dos extremos : una higiene insuficiente y una higiene excesiva. En el contexto social actual, la higiene femenina es demasiado frecuente pero en cambio la higiene intima masculina es insuficiente.
Hace 25 años muchas mujeres jóvenes siguiendo los consejos de sus madres, hacían inyecciones intra vaginales para limpiar el interior de la vagina. Actualmente estas inyecciones intra vaginales se desaconsejan ya que pueden destruir la flora normal de la vagina, flora necesaria para la funcionalidad de la vagina.
En efecto la destrucción de la flora vaginal puede ser responsable de infecciones micosicas o bacterianas. Por otra parte la destrucción de esta flora puede provocar una sequedad vaginal, necesaria para una buena relación sexual.
La higiene íntima de una mujer debe limitarse a la vulva excluyendo el interior de la vagina.
En el hombre, esta limpieza debe hacerse sobre todo a nivel del glande, después de retirarlo, para evitar la acumulación de secreciones malolientes bajo el prepucio. Estas secreciones pueden, si se quedan mucho tiempo, ser responsables de micosis.
¿En qué circunstancias y a cuánta frecuencia se debe hacer una limpieza íntima ?
Para el hombre como para la mujer, una limpieza íntima sistemática y cotidiana es necesaria.
Antes del acto sexual, una limpieza suplementaria es aconsejable, pero no es obligatoria, ya que algunas personas prefieren sentir el olor íntimo antes que el olor del jabón utilizado. Los hombres suelen estar más excitados que las mujeres por los olores sexuales. Con el fin de respetar la particularidad de cada uno es preferible hablarlo con la persona. Esta limpieza íntima debe hacerse también en la zona anal, fuera de la zona genital. La limpieza de las manos y de los dientes también se aconseja antes del acto sexual puesto que los preliminares amorosos ponen en contacto las manos y la boca con los órganos genitales de la pareja.
Después del acto sexual no es indispensable hacer una limpieza. Es preferible aprovechar un momento de caricias sin correr para ir al baño. Algunas mujeres piensan que el esperma es ``sucio pero todo lo contrario ya que es estéril. Así que no pasa nada si una mujer pasa la noche con un poco de esperma en la vulva o en las nalgas. Del mismo modo el hombre no necesita ir al baño para limpiarse después del acto ya que las bacterias que provienen de la vagina no perjudican al sexo masculino. Únicamente para algunos casos (micosis o piel sensible) o si el médico lo recomienda, pero en general se puede pasar una noche sin necesidad de hacer una limpieza intima después del acto sexual. En el caso de hacer el acto sexual durante la menstruación : no hay ninguna clase de peligro (si ninguna de las dos personas tiene el sida) pero es preferible hacer rápidamente una limpieza después del acto ya que la sangre es
un medio favorable para el desarrollo de los microbios.
¿Cuáles son los productos utilizados para la limpieza ?
Agua con un poco de jabón es lo más practico que existe, pero cuidado, no se debe utilizar con espermicidas locales ya que al contacto con el agua y el jabón, estos productos se vuelven inactivos. En este caso se debe utilizar, antes y después del acto, productos aconsejados por los laboratorios que venden espermicidas o preguntar consejo al farmacéutico.
Se vende actualmente en farmacias numerosos productos para el uso íntimo femenino. La utilización demasiado frecuente de la mayoría de estos productos desinfectantes que son demasiado ácidos o demasiado basados en la relación del pH de la micosis, puede provocar alergias o irritaciones. Su médico le aconsejará sobre los productos que puede utilizar para su limpieza, si tiene micosis frágiles o irritadas. Evitar también desodorantes íntimos o los
perfumenes por la misma razón (alergias, irritaciones). Es necesario secarse bien después de la limpieza puesto que la humedad puede provocar una micosis.
Una Ducha para dos.- La higiene es parte fundamental para fomentar la buena salud de las personas.
Algunas rutinas se tornan indispensables, como el baño diario. La higiene sexual es también importante, para evitar todo tipo de infecciones en general, resulta imprescindible mantener una higiene genital diaria. Uno de los primeros síntomas de que algo no anda bien son los fuertes y desagradables olores que pueden prevenir de la zona genital. Hombres y mujeres deben poner especial atención a la limpieza de sus genitales, pues en ocasiones el baño diario no es suficiente.
La higiene de ellos La limpieza del hombre suele ser un tanto más sencilla que la de la mujer, sobre todo porque los genitales están expuestos. Aún así, el baño diario no puede pasarse por alto. Los hombres que tienen penes no circundados, deben tener mayor atención en la zona del glande, echando hacia atrás completamente el prepucio, para evitar acumulación de secreciones. Cualquier secreción extraña debe ser consultada con el médico.
La higiene de ellas La vagina y la vulva producen un flujo de color claro que permite su propialimpieza. Este flujo impide la propagación de bacterias causantes de una infección. Las mujeres producen su propio aroma, que no sólo habla de ellas sino también de su actividad sexual. Puede suceder que en ocasiones la vulva tenga un olor desagradable. Esto puede deberse a que la lubricación normal de la vagina se concentra en un área con poca ventilación, no permitiendo que el exceso de humedad se evapore. Si esto sucede continuamente, puede ser caldo de cultivo de bacterias las cuales provocan un olor penetrante y quizá un sabor fuerte. Las bacterias son las causantes del mal olor, no la vagina. Mal olor en la zona genital puede ser señal de una infección, sin embargo, los genitales femeninos cambian de olor y de consistencia del flujo, conforme se acerca el periodo menstrual. La restauración del equilibrio varía de mujer a mujer. Si una mujer percata que su vagina produce una sustancia con olor desagradable con molestias comunes como la comezón, ardor, resequedad, producción excesiva de flujo con mal olor, irritación y dolor durante o después del sexo; debe ir al médico para una revisión más a fondo porque existe una posibilidad de infección o dificultades para restablecer los niveles normales del pH.
EL ADOLESCENTE: sus actividades y rol frente a su sexualidad
La adolescencia es el momento en que la persona comienza a tener una existencia propiamente social, pública, en que se incorpora a la cultura de la sociedad en que ha nacido. En la adolescencia se realiza el paso del micro grupo al grupo amplio, de la institución de crianza y educación, familia y escuela a las instituciones sociales en su generalidad los que son propias de la sociedad, de la cultura. Empieza a tener valores personales. La independización de la familia paterna y la adquisición de alguna autonomía propia, la conciencia de si mismo en una autoestima y auto concepto explícito, el desarrollo del juicio moral, todo ello se asocia con el hecho de que el adolescente es parte activa y participativo de la sociedad en que vive.
La orientación o valores y adopción de los mismos es un elemento esencial del desarrollo moral en el mas amplio sentido. Lo moral tiene que ser con la globalidad de la acción humana, con la acción referida a la sociedad a las demás personas. Dentro de la moral son incluidos diferentes aspectos, relacionados entre sí, mas no idénticos: lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, lo permitido y lo prohibido, pero también junto con todo ello, lo que conduce a la felicidad o a la desgracia.
Encontrarse frente al desarrollo sexual, el adolescente tiene que tomar decisiones referentes al cuidado y fortalecimiento del cuerpo, ¿qué haces? ¿cómo hacerlo? ¿cuándo hacerlo?, abarcando tanto la higiene personal y el desarrollo de la sexualidad. En este punto surge la necesidad de acompañar y fortalecer los conocimientos básicos de higiene personal educación para la salud y educación sexual para lograr jóvenes responsables comprometidos e identificados con su desarrollo corporal psicológico y moral.